Pragmática de la Violencia en la narrativa de Patricio Manns[1]
Dra. Estela Saint André
Paralelamente a su labor de cantautor, ensayista y dramaturgo, el trabajo como escritor prestigioso de Patricio Manns se consolida después de la recuperación de la democracia en Chile y su obra narrativa muestra una consistente evolución literaria y es revalorada a partir de sus recientes novelas [1], entre las que destaca la obra que ahora presentamos. En el año 1996, Patricio Manns nos sorprende con una hermosa y excelente producción: El corazón a contraluz[2]
La historia:
Así como en las Actas[3], las novelas de Patricio Manns juegan desconcertando al lector que dubita ante la historicidad de los sucesos o la incripción en lo fantástico de lo narrado. Conociéndolo, Manns es un celoso investigador de sucesos históricos siempre conectados con la suridad hispanoamericana, sin perder de vista los enlaces con el resto del mundo ni con el contexto temporal desde el que escribe. Pero también es un magnífico fabulador, con una potente alquimia capaz de trastornar tanto lo real como lo fabuloso en un continuo indistinguible. Algo late en sus novelas del aliento carpenteriano que funde lo real y lo maravilloso, aunque la fuerza (tanto ideológica como erótica) mannsiana gana en pasión al cubano, su tesis nunca se entrega explícitamente y opone al desborde neobarroco una capacidad poética de síntesis y de concisión lacónica por momentos casi rulfiana. Él mismo reconoce que estos juegos de fusión de lo imaginado y lo investigado son borgianos.
La fábula, organizando cronológicamente el eje de la temporalidad, se inicia con la narración de los mitos de los indios selk’nan, incluida en el centro de la obra hasta llegar a la contemporaneidad de la historia, con la muerte de Julio Popper en 1893. Este modo de tratar al tiempo, desde la época de los inicios míticos hasta el tiempo histórico relevado es un juego que remite a la conquista hispanoamericana. La obligación de que el lector repare la temporalidad y advierta que Europa ni su cultura existen cuando sociedades sólidas, sabias y más justas se consolidan del otro lado del océano, confirma el instructivo pragmático[4] de que antes de que los blancos se constituyeran como dueños y señores de los países en toda Hispanoamérica, ya existían pueblos con culturas más avanzadas que las forjadas por los pueblos avasalladores que las derrotaron por medio de la fuerza de armas sofisticadas y la falta de una ética que respetara las razas diferentes. Así piensa el protagonista que:
“…rara vez aceptó situar a los Selk'nam siquiera en la periferia de la comunidad humana. Cuando lo hizo, ello fue producto de un cálculo destinado a mejorar su imagen pública ante la cofradía intelectual argentina, […]Para él, fueron salvajes que necesariamente debían desaparecer, en aras del progreso, o ser asimilados y controlados por las Misiones Salesianas y Anglicanas de Tierra del Fuego” (153).
El asunto de esta novela recrea el encuentro en Tierra del Fuego de Julio Popper y Drimys Winteri [5] , ambos personajes verificables. Uno es el invasor, el raptor que la protege aunque ella no lo necesita; la otra, la aborigen saqueada que a pesar de los poderes que posee no lo daña, no se escapa y se enamora. Él, dueño del poder y de la violencia engendrada por la ambición, está menoscabado virilmente; ella, prisionera, es una chamana potente, portentosa, última heredera de la sabiduría de los pueblos esquilmados. La contraposición, sin embargo, no los somete a una relación de disputa sino amorosa, tierna, aunque nunca consumada. Conviven castamente en medio de un espacio dominado por la violencia desatada por la fiebre del oro, de la ambición que lleva a todos los advenedizos a exterminar a los aborígenes del territorio fueguino: los selk’nam, los yámanas y los tehuelches, que libran una obstinada lucha de sobrevivencia frente al agresor a fines del siglo XIX.
El mítico aventurero rumano y judío, argentino por adopción, Julio Popper, geógrafo, políglota, ingeniero, buscador de oro, explorador, racista y asesino de los indígenas a los que denigra, está construido como un hombre menoscabado por su condición de judío, religión heredada y odiada, que oculta avergonzado, así como su condición de impotente sexual. Drimys Winteri, se nos presenta como una bella y joven india ona de pelo blanco, muy alta, fuerte y esbelta, también políglota, ágil y veloz, capaz de usar armas y cazar y dueña de poderes sobrenaturales porque es una sabia chamana, con poderes físicos y psíquicos que suscitan asombro y producen milagros.
La ampliación temática permite al narrador plasmar la historia y los avatares de la vida de Max Popper, el hermano de Julio, o la infancia de éste y su experiencia europea, como también el pasado de Julio y de otros personajes secundarios.
La inusual pareja se separa cuando Julio la ofende vendiéndola al Gobernador que lo reta, lo engaña y lo hace derrotar en un duelo de esgrima con un maestro de armas.
Arrepentido la libera y le pide que lo consuele de su remordimiento. Ella le asegura que de todo lo que existirá en la tierra sólo ella lo ha amado (287). Aunque allí el capítulo penúltimo pone la palabra fin, el capítulo XXIII que la cierra relata la historia de la muerte de Popper en Buenos Aires, unos meses después, cuando Drimys lo visita, le anuncia su muerte que efectivamente sucede días después sobre la piel de guanaco que ella vestía en la tundra y se cuenta además que a pesar de enterrarlo en La Recoleta su cuerpo desaparece y el narrador conjetura que pese a diversas suposiciones está en Tierra del Fuego.
Está claro en la novela que la junción ambición de poder más dinero hace que no haya ninguna integración del hombre con la tierra, el espacio ni el tiempo. Por eso él siempre está yéndose. En cambio Winteri está en comunión con el espacio tiempo y no hay para ella ni clima ni intemperie que la arredre. La chamana que es capaz de juntar dos ríos es capaz hasta de juntar dos estirpes y si él la hubiera dejado hasta hubiera podido sanarlo de su terrible complejo de castración hecho por el padre judío cuando lo circuncidó y agravado cuando la prostituta le mordió el pene al darse cuenta de que era judío.
El discurso o la trama
La figura del narrador, tercera persona y con dominio cognitivo absoluto dota a la novela de agilidad, perspectivismo múltiple, capacidad de trabajo intra e intertextual ya que se barajan textos de diferentes registros como publicaciones de revistas, diario personal del protagonista, discursos históricos, registros orales recogidos por antropólogos especializados y secuencias de absoluta invención poética, o de una sorprendente capacidad descriptiva, así como remite a textos inexistentes como el de la conducta guerrera y sexual de los escitas. Narrador con capacidad de devenir cronista envanecido en contar portentos con los cuales seducir a lectores ávidos de cosas sobrenaturales y a la vez escamotear credulidad a los hechos históricos, sobre todo cuando la política dicta las palabras impresas.
Se mueve convincente con regresiones, simultaneísmos, anticipaciones que enlaza a través de sucesos recurrentes, y con modos diferentes ya que alterna confiado de la narración a la descripción a escenas donde el diálogo irrumpe esclarecedor e inclina la balanza éticamente hacia la voz de la protagonista en desmedro del antihéroe.
La Fata Morgana y la especularidad de la narración
Nada se puede esconder (11) asegura la primera oración de la novela. Una lectura semántico-estilística observa que hay isotopías concurrentes que reiteran la capacidad de ver tanto como la voluntad de ocultar atribuidas las luminosas a Drymis y las disimuladoras y oscurecedoras a Julio.
Hay además una reiteración en la descripción con respecto al encuentro del portento de una Fata Morgana [6] fueguina, es decir un espejismo, una “tromp´de oil”, una trampa de ojos, que leemos como una mìse en abyme, un abismamiento o especularidad, un recurso poético de autorreferencialidad, ya que el protagonista observa en el espacio aquello que sintetiza su propia vida y que a su vez sirve al narrador para plantar consignas ideológicas sobre la valoración de los mundos confrontados: el invadido y el invasor, el original y de la época dorada contra el decadente forastero europeo, el femenino y el masculino, el pacífico y ético frente al violento apropiador sin principios. [7]
En la primera de las referencias a la fata morgana (17), los míticos fuegos sureños (escapes naturales de gas) encierran, inmovilizan, aprisionan y revelan al viajero, visto siempre a contraluz y que oculta celosamente sus experiencias vergonzantes, a pesar de lo cual, es desnudado y la verdad sale a la luz, mal que le pese, en la voz del narrador que comparte sus conocimientos con Drimys:
“Caballero y caballo habían marchado a través de la tundra apartándose por principio de las altas lenguas de fuego aquí y allá surgían de la tierra. Avanzaban atrapados en el centro en el centro de una vasta esfera en movimiento. Tales esferas son, por cierto, ilusiones ópticas en la llana superficie fueguina o, como a él le gustaba precisar, una representación menor de la fata morgana. El movimiento de la cabalgadura desplazó consigo a la esfera a lo ancho de toda la tarde. […]Oscilaba la sombra del caballo y oscilaba la sombra del jinete, difuso caballero a contraluz de las llamas.” (17)
En la siguiente (86), Popper publica la visión que lo sorprende y que Manns transcribe casi textual: aprovecha nuevamente la reiteración de la inmovilidad y se duplica la especularidad de un protagonista que escribe y publica un texto sobre una fata morgana que lo refleja y un narrador que compite con el ensayista escritor personaje completando la visión pero desde otra perspectiva más amplia y enfocando otras visiones que se contraponen a las anteriores de Julio en cuanto a registros que podemos enunciar contraponiéndos: control de la racionalidad / magia; visiones mutantes y multiplicadas / visión única y coherente; grotesco/poético; masculino/femenino; asexuada/ altamente erótica; intelectualización / misterio.
“Desde el Río San Martín hasta el extremo Norte de la Bahía, se extiende, en una distancia de cuatro leguas, una playa arcillosa que tiene un ancho de más de tres millas. Lo curioso de esta playa es que se halla enteramente seca, presentando, por su perfecta nivelación el aspecto de una inmensa plaza asfaltada.
Al atravesarla por primera vez, me sorprendió un grandioso espectáculo. Me hallaba al parecer en el centro de una planicie circular, bañada en su periferia por el inmenso espejo del océano. Adelantaba, siguiendo la línea de cinco grados señalada por la aguja magnética; pero no obstante haber avanzado algunas millas, me parecía estar siempre fijo en el centro de la planicie. Cansado de marchar sin haber adelantado aparentemente, me detuve en espera del transporte que debía seguirme (-como puede verse Popper novela un poco en desmedro de la verdad), cuando de pronto vi aparecer un grupo de seres gigantescos que se aproximaba con mucha rapidez. Terminé al fin por apercibirme de que todo aquello no era más que el efecto de las cabalgaduras reflejadas en la superficie del barro, así como el supuesto océano era simplemente la imagen del firmamento reproducida por la misma refracción.
Era una magnífica ilusión óptica que me fascinaba. Había observado un espectáculo análogo en las inmediaciones de Port Said, en Egipto, pero aquello carecía de los colores brillantes ofrecidos por el cuadro que teníamos a la vista. ” (86)
Cuando el narrador con perspectiva de personaje describe los efectos sobre el espejo de arena de un baile erótico de Drymis, funde la visión plástica, estética con la mítica, porque la Fata Morgana, el Hada Morgana, la hermana del Rey Arturo que recibe del mago Merlín la capacidad para aparecer y desaparecer en cualquier momento, se vincula semántica y pragmáticamente con Drimys Winteri. La tradición falocéntrica europea la convierte en bruja y desmedra sus poderes acusándola de malévola, mientras el guerrero Arturo se eleva con calidad de héroe invencible y bondadoso[8]. Manns invierte la fórmula y es el batallador el vencido, mientras Drymis, la Fata Morgana, multiplica sus gracias, y con su poder sexual, su belleza, y la capacidad de amar puede al varón fingidamente invencible.
A la descripción abismadora de las deficiencias de uno y los portentos de la otra, el fragmento al que nos referimos se cierra con un juego de palabras que reitera los semas de las mise en abyme (ocultamiento, impenetrabilidad, paralización) y revoca la autoproclamación y atribución de racionalidad al varón dominador y europeo: -La araña sobre la máscara de piedra, la máscara sobre la piedra de la araña, la piedra sobre la araña de la máscara. (87-89)
El proyecto narrativo de Patricio Manns inserto en sus novelas, todas, insiste siempre en la reafirmación de la memoria para comprender el presente y que lo imaginado es equivalente a lo no develado. La literatura es una función de la realidad (1999: 276), pone palabras en los silencios y derriba prejuicios Se trata, entonces, de ver a contraluz para descubrir el verdadero ser de las cosas, más allá de las apariencias engañosas, accediendo así a la luz, que equivale en la obra a lo justo. Es lo que le acontece a Popper en la playa Fata Morgana (155) cuando tiene la revelación en un cántico de Drimys de
“un secreto que solamente puede revelarse cada diez milenios por sí mismo, una espléndida conseja de tal magnitud que ninguna biblioteca podría contenerla entera y cuyo conocimiento hubiera bastado para justificar todas sus tropelías cometidas en Tierra del Fuego, acababa de cruzar junto a su cuerpo, y el no la escuchó, no la vio, había bajado los brazos, había reblandecido el acecho…
Dos últimas observaciones. La novela se cierra con una Drymis militante que sigue con sus cantos ancestrales. La prosa mannsiana no es nostálgica, es combativa. Está a la espera de una revolución, quizás pacífica, que devuelva justicia y sabiduría a una sociedad ambiciosa y avara que en el XIX, XX y XXI se muestra sorda y ciega a los derechos humanos y al atropello de minorías. La violencia parece innata en casi todas las culturas desde la antigüedad, sin embargo hay excepciones en nuestro continente hispanoamericano y si bien no es posible reponer los genocidios, sí lo sería revisar el sistema ético que tribus aborígenes como el que presenta el capítulo Cosmogonía de los Olvidados y agonía de los Redescubiertos (105-110). E él escuchamos la voz de los indígenas de Chiapas en la selva Lacandona, la de los ayllu bolivianos que intentan dignificarse y hacerse escuchar, los lamentos de los descendientes mayas y la lucha persistente de los mapuches chilenos, voces reunidas por un autor que sigue alentando la posibilidad del ideal bolivariano de una América latina solidaria y sin fronteras raciales, militares, idiomáticas y económicas.
NOTAS
[1] Esta ponencia fue presentada al TERCER CONGRESO INTERNACIONAL CELEHIS DE LITERATURA (Literatura española, latinoamericana y argentina). Mar del Plata, 7, 8 y 9 de abril de 2008.
[1] Las novelas de Patricio Manns son: (2006). Diversos instantes del reino. Editorial Alfaguara, Santiago (Chile). (2004). La vida privada de Emile Dubois. Editorial Alfaguara, Santiago (Chile). (2001). La tumba del zambullidor. Editorial Sudamericana, Santiago (Chile). Premio del Consejo del Libro y la Lectura, 2001. (1999) El desorden en un cuerno de la niebla. Editorial Emecé, Buenos Aires (Argentina). Primera edición (Chile). 2000. (1998). Memorial de la noche. Editorial Sudamericana, Santiago (Chile). (1992). De repente los lugares desaparecen. Editorial LAR, Santiago (Chile), es la última obra escrita antes de la tiranía pinochetista y junto con su cancionero y las actas prohibida, incinerada o arrojada al mar en Chile por la represión que lo obliga a exiliarse en Francia. (1972). Buenas noches los pastores. Ediciones Universitarias de Valparaíso, Valparaíso (Chile). Prefacio de Carlos Droguett. Premios Premio Municipal de novela de la Municipalidad de Santiago, 1973. Reedición (Chile). Editorial Sudamericana, noviembre 2000. (1967). De noche sobre el rastro. Editorial Universitaria, Santiago (Chile). Premios "Alerce" de la Sociedad de Escritores de Chile, 1966.
[2] MANNS, Patricio (1996). El corazón a contraluz. Bs. As. Emecé. Se cita por esta edición.
Primera Edición (Francia): como Cavalieur Seul. Editions Phébus, París (Francia), febrero 1996. Prefacio de Francisco Coloane. Primera Edición (Argentina). Emecé Editores, Buenos Aires (Argentina), octubre 1996. Primera Edición (Santiago, Chile): 5000 ejemplares. 1997. Agotada. Tercera edición (Argentina): 15.000 ejemplares. Emecé Editores, Buenos Aires (Argentina). Agotada.
[3] Las actas son registros narrativos de sucesos históricos chilenos que posteriormente el autor noveliza con otros títulos: (1988). Actas de Muerteputa. Editorial Emisión, Santiago (Chile). Se reescribe como Diversos instantes del reino. (1985). Actas del Alto Bío Bío. Ediciones Michay, Madrid (España). Traducida al ruso por Alejandro Kabanov, Moscú: Ed. "Vokrugsveta", l990; ediciones de 2.800.000 ejemplares. Se prepara una traducción al inglés, en Estados Unidos. Es publicada como novela con el título: Memorial de la noche. (1974).Actas de Marusia. Sirvió de base al film "Actas de Marusia", interpretado por Gian María Volonté, Musica de Mikis Theodorakis, dirigido por Miguel Littin (finalista de "La Palma de Oro", del Festival Cinematográfico de Cannes, en l976, y candidata al "Oscar" del mejor film extranjero, l976). (1993). Primera edición (Chile). Editorial Pluma y Pincel, Santiago (Chile).
[4] Hemos incorporado nociones de: PEIRCE, Charles (1988). El hombre, un signo. Barcelona, Editorial Crítica. Título original: (1965) The Collected Papers of Charles Sanders Peirce. Cambridge, Harvard University Press. PEIRCE, Charles (1974). La ciencia de la semiótica. Buenos Aires, Nueva Visión,. PEIRCE, Charles Sanders (1971). Lecciones sobre el Pragmatismo. Buenos Aires, Editorial Aguilar, PEIRCE, Charles Sanders (l978). Mi alegato en favor del pragmatismo (ensayos de 1839 a 1914). Buenos Aires. Ed. Aguilar. MAGARIÑOS DE MORENTÍN, Juan (1983). El Signo. Las fuentes teóricas de la Semiología. Saussure, Peirce, Morris. Buenos Aires, Hachette.
Ver también.: PARRET, Herman (1993). Semiótica y Pragmática. Buenos Aires, Hachette. PARRET, Herman (1993).. Las pasiones. Puesta en discurso de la subjetividad. Buenos Aires, Hachette. PARRET, Herman (1995). De la Semiótica a la Estética, Argentina, Editorial Edicial S.A.
[5] Drimys Winteri. (que efectivamente existió y se llamó en su lengua Jérawr Asáwer y rebautizaron como Fresia Alessandri Baker, en honor al presidente chileno en la misión saleciana de Tierra del Fuego. Doña Fresia, fue la última indígena ona muerta hace pocos años (tenemos el recorte del diario), a los 95 años. El nombre que le pone Manss, es el científico de la flor del canelo, una magnolia blanca como los cabellos de la protagonista. En los tiempos de Francis Drake, el científico John Winter, presentó al mundo el árbol y la flor. Drimys viene de “picante” por el sabor de la corteza. Se la reconoce como una planta milagrosa ya que combate el escorbuto, cura pulmones, estómago, es una planta que genera paz y los mapuches hasta hoy hacen su principal ceremonia religiosa, Nguillatun, debajo del canelo y con él construyen el kultrún. De allí la importancia que la construcción del personaje adquiere como contrapartida simbólica del guerrero y asesino Poper
[6] Las descripciones de Manns en esta novela me sugieren una semejanza con la pelicula Fata Morgana (1971) del Autor y Director: Werner Herzog. La misma está estructurada en tres partes (creación, paraíso y la era dorada) y rodada en el desierto del Sahara.
[7] Trabajamos con DÄLLENBACH, Lucien (1991). El relato especular, Visor, Colección Literatura y debate crítico - 8, España. En ella define mise en abyme como: Organo por el que la obra se vuelve sobre sí misma, y se manifiesta como modalidad de reflejo. Su propiedad esencial consiste en resaltar la inteligibilidad y la estructura formal de la obra. Trabaja con tres especies de abismamiento que en la novela mannsiana se utilizan. Las distingue como "todo espejo interno en que se refleja el conjunto del relato por reduplicación simple, repetida (reduplicación hasta el infinito) o especiosa (reduplicación apriorística”). (49)
La mise en abyme da lugar a una pluralidad de sentido
[8] Remitimos a ASHE, Geoffrey (1993). El Rey Arturo. Ed. Debate, Madrid que analiza las conveniencias políticas y sociales de contar con un guerrero como el rey Arturo para fortalecer la debilitada talla heroica anglosajona y el proceso que elevó de fantasioso a cuasi histórico este reinado imaginado por el escritor Godofredo de Monmouth. El proceso de la novela de Manns es semejante aunque la heroicidad cambia de raza, de continente y de género.
BIBLIOGRAFÍA
ASHE, Geoffrey (1993). El Rey Arturo. Ed. Debate, Madrid.
DÄLLENBACH, Lucien (1991). El relato especular, Visor, Colección Literatura y debate crítico - 8, España.
MAGARIÑOS DE MORENTÍN, Juan (1983). El Signo. Las fuentes teóricas de la Semiología. Saussure, Peirce, Morris. Buenos Aires, Hachette.
MANSS, Patricio (1985). Actas del Alto Bío Bío. Ediciones Michay, Madrid (España).
MANSS, Patricio (1988). Actas de Muerteputa. Editorial Emisión, Santiago (Chile)
MANSS, Patricio (1967). De noche sobre el rastro. Editorial Universitaria, Santiago
MANSS, Patricio (1972). Buenas noches los pastores. Ediciones Universitarias de Valparaíso, Valparaíso (Chile)
MANSS, Patricio (1992). De repente los lugares desaparecen. Editorial LAR, Santiago (Chile)
MANSS, Patricio (1998). El corazón a contraluz. Buenos Aires, Emecé.
MANSS, Patricio (1998). Memorial de la noche. Editorial Sudamericana, Santiago (Chile).
MANSS, Patricio (1999). El desorden en un cuerno de niebla. Buenos Aires, EMECE.
MANSS, Patricio (2004). La vida privada de Emile Dubois. Santiago de Chile, Alfaguara.
MANSS, Patricio (2006). Diversos instantes del reino. Santiago de Chile, Alfaguara.
MANSS, Patricio. (1974). (1993). Actas de Marusia. Primera edición (Chile). Editorial Pluma y Pincel, Santiago (Chile).
PARRET, Herman (1993). Las pasiones. Puesta en discurso de la subjetividad. Buenos Aires, Hachette. PARRET, Herman (1995). De la Semiótica a la Estética, Argentina, Editorial Edicial S.A.
PARRET, Herman (1993). Semiótica y Pragmática. Buenos Aires, Hachette.
PEIRCE, Charles (1974). La ciencia de la semiótica. Buenos Aires, Nueva Visión.
PEIRCE, Charles (1988). El hombre, un signo. Barcelona, Editorial Crítica.
PEIRCE, Charles Sanders (1971). Lecciones sobre el Pragmatismo. Buenos Aires, Editorial Aguilar.
PEIRCE, Charles Sanders (l978). Mi alegato en favor del pragmatismo (ensayos de 1839 a 1914). Buenos Aires. Ed. Aguilar.
Dra. Estela Saint André
Paralelamente a su labor de cantautor, ensayista y dramaturgo, el trabajo como escritor prestigioso de Patricio Manns se consolida después de la recuperación de la democracia en Chile y su obra narrativa muestra una consistente evolución literaria y es revalorada a partir de sus recientes novelas [1], entre las que destaca la obra que ahora presentamos. En el año 1996, Patricio Manns nos sorprende con una hermosa y excelente producción: El corazón a contraluz[2]
La historia:
Así como en las Actas[3], las novelas de Patricio Manns juegan desconcertando al lector que dubita ante la historicidad de los sucesos o la incripción en lo fantástico de lo narrado. Conociéndolo, Manns es un celoso investigador de sucesos históricos siempre conectados con la suridad hispanoamericana, sin perder de vista los enlaces con el resto del mundo ni con el contexto temporal desde el que escribe. Pero también es un magnífico fabulador, con una potente alquimia capaz de trastornar tanto lo real como lo fabuloso en un continuo indistinguible. Algo late en sus novelas del aliento carpenteriano que funde lo real y lo maravilloso, aunque la fuerza (tanto ideológica como erótica) mannsiana gana en pasión al cubano, su tesis nunca se entrega explícitamente y opone al desborde neobarroco una capacidad poética de síntesis y de concisión lacónica por momentos casi rulfiana. Él mismo reconoce que estos juegos de fusión de lo imaginado y lo investigado son borgianos.
La fábula, organizando cronológicamente el eje de la temporalidad, se inicia con la narración de los mitos de los indios selk’nan, incluida en el centro de la obra hasta llegar a la contemporaneidad de la historia, con la muerte de Julio Popper en 1893. Este modo de tratar al tiempo, desde la época de los inicios míticos hasta el tiempo histórico relevado es un juego que remite a la conquista hispanoamericana. La obligación de que el lector repare la temporalidad y advierta que Europa ni su cultura existen cuando sociedades sólidas, sabias y más justas se consolidan del otro lado del océano, confirma el instructivo pragmático[4] de que antes de que los blancos se constituyeran como dueños y señores de los países en toda Hispanoamérica, ya existían pueblos con culturas más avanzadas que las forjadas por los pueblos avasalladores que las derrotaron por medio de la fuerza de armas sofisticadas y la falta de una ética que respetara las razas diferentes. Así piensa el protagonista que:
“…rara vez aceptó situar a los Selk'nam siquiera en la periferia de la comunidad humana. Cuando lo hizo, ello fue producto de un cálculo destinado a mejorar su imagen pública ante la cofradía intelectual argentina, […]Para él, fueron salvajes que necesariamente debían desaparecer, en aras del progreso, o ser asimilados y controlados por las Misiones Salesianas y Anglicanas de Tierra del Fuego” (153).
El asunto de esta novela recrea el encuentro en Tierra del Fuego de Julio Popper y Drimys Winteri [5] , ambos personajes verificables. Uno es el invasor, el raptor que la protege aunque ella no lo necesita; la otra, la aborigen saqueada que a pesar de los poderes que posee no lo daña, no se escapa y se enamora. Él, dueño del poder y de la violencia engendrada por la ambición, está menoscabado virilmente; ella, prisionera, es una chamana potente, portentosa, última heredera de la sabiduría de los pueblos esquilmados. La contraposición, sin embargo, no los somete a una relación de disputa sino amorosa, tierna, aunque nunca consumada. Conviven castamente en medio de un espacio dominado por la violencia desatada por la fiebre del oro, de la ambición que lleva a todos los advenedizos a exterminar a los aborígenes del territorio fueguino: los selk’nam, los yámanas y los tehuelches, que libran una obstinada lucha de sobrevivencia frente al agresor a fines del siglo XIX.
El mítico aventurero rumano y judío, argentino por adopción, Julio Popper, geógrafo, políglota, ingeniero, buscador de oro, explorador, racista y asesino de los indígenas a los que denigra, está construido como un hombre menoscabado por su condición de judío, religión heredada y odiada, que oculta avergonzado, así como su condición de impotente sexual. Drimys Winteri, se nos presenta como una bella y joven india ona de pelo blanco, muy alta, fuerte y esbelta, también políglota, ágil y veloz, capaz de usar armas y cazar y dueña de poderes sobrenaturales porque es una sabia chamana, con poderes físicos y psíquicos que suscitan asombro y producen milagros.
La ampliación temática permite al narrador plasmar la historia y los avatares de la vida de Max Popper, el hermano de Julio, o la infancia de éste y su experiencia europea, como también el pasado de Julio y de otros personajes secundarios.
La inusual pareja se separa cuando Julio la ofende vendiéndola al Gobernador que lo reta, lo engaña y lo hace derrotar en un duelo de esgrima con un maestro de armas.
Arrepentido la libera y le pide que lo consuele de su remordimiento. Ella le asegura que de todo lo que existirá en la tierra sólo ella lo ha amado (287). Aunque allí el capítulo penúltimo pone la palabra fin, el capítulo XXIII que la cierra relata la historia de la muerte de Popper en Buenos Aires, unos meses después, cuando Drimys lo visita, le anuncia su muerte que efectivamente sucede días después sobre la piel de guanaco que ella vestía en la tundra y se cuenta además que a pesar de enterrarlo en La Recoleta su cuerpo desaparece y el narrador conjetura que pese a diversas suposiciones está en Tierra del Fuego.
Está claro en la novela que la junción ambición de poder más dinero hace que no haya ninguna integración del hombre con la tierra, el espacio ni el tiempo. Por eso él siempre está yéndose. En cambio Winteri está en comunión con el espacio tiempo y no hay para ella ni clima ni intemperie que la arredre. La chamana que es capaz de juntar dos ríos es capaz hasta de juntar dos estirpes y si él la hubiera dejado hasta hubiera podido sanarlo de su terrible complejo de castración hecho por el padre judío cuando lo circuncidó y agravado cuando la prostituta le mordió el pene al darse cuenta de que era judío.
El discurso o la trama
La figura del narrador, tercera persona y con dominio cognitivo absoluto dota a la novela de agilidad, perspectivismo múltiple, capacidad de trabajo intra e intertextual ya que se barajan textos de diferentes registros como publicaciones de revistas, diario personal del protagonista, discursos históricos, registros orales recogidos por antropólogos especializados y secuencias de absoluta invención poética, o de una sorprendente capacidad descriptiva, así como remite a textos inexistentes como el de la conducta guerrera y sexual de los escitas. Narrador con capacidad de devenir cronista envanecido en contar portentos con los cuales seducir a lectores ávidos de cosas sobrenaturales y a la vez escamotear credulidad a los hechos históricos, sobre todo cuando la política dicta las palabras impresas.
Se mueve convincente con regresiones, simultaneísmos, anticipaciones que enlaza a través de sucesos recurrentes, y con modos diferentes ya que alterna confiado de la narración a la descripción a escenas donde el diálogo irrumpe esclarecedor e inclina la balanza éticamente hacia la voz de la protagonista en desmedro del antihéroe.
La Fata Morgana y la especularidad de la narración
Nada se puede esconder (11) asegura la primera oración de la novela. Una lectura semántico-estilística observa que hay isotopías concurrentes que reiteran la capacidad de ver tanto como la voluntad de ocultar atribuidas las luminosas a Drymis y las disimuladoras y oscurecedoras a Julio.
Hay además una reiteración en la descripción con respecto al encuentro del portento de una Fata Morgana [6] fueguina, es decir un espejismo, una “tromp´de oil”, una trampa de ojos, que leemos como una mìse en abyme, un abismamiento o especularidad, un recurso poético de autorreferencialidad, ya que el protagonista observa en el espacio aquello que sintetiza su propia vida y que a su vez sirve al narrador para plantar consignas ideológicas sobre la valoración de los mundos confrontados: el invadido y el invasor, el original y de la época dorada contra el decadente forastero europeo, el femenino y el masculino, el pacífico y ético frente al violento apropiador sin principios. [7]
En la primera de las referencias a la fata morgana (17), los míticos fuegos sureños (escapes naturales de gas) encierran, inmovilizan, aprisionan y revelan al viajero, visto siempre a contraluz y que oculta celosamente sus experiencias vergonzantes, a pesar de lo cual, es desnudado y la verdad sale a la luz, mal que le pese, en la voz del narrador que comparte sus conocimientos con Drimys:
“Caballero y caballo habían marchado a través de la tundra apartándose por principio de las altas lenguas de fuego aquí y allá surgían de la tierra. Avanzaban atrapados en el centro en el centro de una vasta esfera en movimiento. Tales esferas son, por cierto, ilusiones ópticas en la llana superficie fueguina o, como a él le gustaba precisar, una representación menor de la fata morgana. El movimiento de la cabalgadura desplazó consigo a la esfera a lo ancho de toda la tarde. […]Oscilaba la sombra del caballo y oscilaba la sombra del jinete, difuso caballero a contraluz de las llamas.” (17)
En la siguiente (86), Popper publica la visión que lo sorprende y que Manns transcribe casi textual: aprovecha nuevamente la reiteración de la inmovilidad y se duplica la especularidad de un protagonista que escribe y publica un texto sobre una fata morgana que lo refleja y un narrador que compite con el ensayista escritor personaje completando la visión pero desde otra perspectiva más amplia y enfocando otras visiones que se contraponen a las anteriores de Julio en cuanto a registros que podemos enunciar contraponiéndos: control de la racionalidad / magia; visiones mutantes y multiplicadas / visión única y coherente; grotesco/poético; masculino/femenino; asexuada/ altamente erótica; intelectualización / misterio.
“Desde el Río San Martín hasta el extremo Norte de la Bahía, se extiende, en una distancia de cuatro leguas, una playa arcillosa que tiene un ancho de más de tres millas. Lo curioso de esta playa es que se halla enteramente seca, presentando, por su perfecta nivelación el aspecto de una inmensa plaza asfaltada.
Al atravesarla por primera vez, me sorprendió un grandioso espectáculo. Me hallaba al parecer en el centro de una planicie circular, bañada en su periferia por el inmenso espejo del océano. Adelantaba, siguiendo la línea de cinco grados señalada por la aguja magnética; pero no obstante haber avanzado algunas millas, me parecía estar siempre fijo en el centro de la planicie. Cansado de marchar sin haber adelantado aparentemente, me detuve en espera del transporte que debía seguirme (-como puede verse Popper novela un poco en desmedro de la verdad), cuando de pronto vi aparecer un grupo de seres gigantescos que se aproximaba con mucha rapidez. Terminé al fin por apercibirme de que todo aquello no era más que el efecto de las cabalgaduras reflejadas en la superficie del barro, así como el supuesto océano era simplemente la imagen del firmamento reproducida por la misma refracción.
Era una magnífica ilusión óptica que me fascinaba. Había observado un espectáculo análogo en las inmediaciones de Port Said, en Egipto, pero aquello carecía de los colores brillantes ofrecidos por el cuadro que teníamos a la vista. ” (86)
Cuando el narrador con perspectiva de personaje describe los efectos sobre el espejo de arena de un baile erótico de Drymis, funde la visión plástica, estética con la mítica, porque la Fata Morgana, el Hada Morgana, la hermana del Rey Arturo que recibe del mago Merlín la capacidad para aparecer y desaparecer en cualquier momento, se vincula semántica y pragmáticamente con Drimys Winteri. La tradición falocéntrica europea la convierte en bruja y desmedra sus poderes acusándola de malévola, mientras el guerrero Arturo se eleva con calidad de héroe invencible y bondadoso[8]. Manns invierte la fórmula y es el batallador el vencido, mientras Drymis, la Fata Morgana, multiplica sus gracias, y con su poder sexual, su belleza, y la capacidad de amar puede al varón fingidamente invencible.
A la descripción abismadora de las deficiencias de uno y los portentos de la otra, el fragmento al que nos referimos se cierra con un juego de palabras que reitera los semas de las mise en abyme (ocultamiento, impenetrabilidad, paralización) y revoca la autoproclamación y atribución de racionalidad al varón dominador y europeo: -La araña sobre la máscara de piedra, la máscara sobre la piedra de la araña, la piedra sobre la araña de la máscara. (87-89)
El proyecto narrativo de Patricio Manns inserto en sus novelas, todas, insiste siempre en la reafirmación de la memoria para comprender el presente y que lo imaginado es equivalente a lo no develado. La literatura es una función de la realidad (1999: 276), pone palabras en los silencios y derriba prejuicios Se trata, entonces, de ver a contraluz para descubrir el verdadero ser de las cosas, más allá de las apariencias engañosas, accediendo así a la luz, que equivale en la obra a lo justo. Es lo que le acontece a Popper en la playa Fata Morgana (155) cuando tiene la revelación en un cántico de Drimys de
“un secreto que solamente puede revelarse cada diez milenios por sí mismo, una espléndida conseja de tal magnitud que ninguna biblioteca podría contenerla entera y cuyo conocimiento hubiera bastado para justificar todas sus tropelías cometidas en Tierra del Fuego, acababa de cruzar junto a su cuerpo, y el no la escuchó, no la vio, había bajado los brazos, había reblandecido el acecho…
Dos últimas observaciones. La novela se cierra con una Drymis militante que sigue con sus cantos ancestrales. La prosa mannsiana no es nostálgica, es combativa. Está a la espera de una revolución, quizás pacífica, que devuelva justicia y sabiduría a una sociedad ambiciosa y avara que en el XIX, XX y XXI se muestra sorda y ciega a los derechos humanos y al atropello de minorías. La violencia parece innata en casi todas las culturas desde la antigüedad, sin embargo hay excepciones en nuestro continente hispanoamericano y si bien no es posible reponer los genocidios, sí lo sería revisar el sistema ético que tribus aborígenes como el que presenta el capítulo Cosmogonía de los Olvidados y agonía de los Redescubiertos (105-110). E él escuchamos la voz de los indígenas de Chiapas en la selva Lacandona, la de los ayllu bolivianos que intentan dignificarse y hacerse escuchar, los lamentos de los descendientes mayas y la lucha persistente de los mapuches chilenos, voces reunidas por un autor que sigue alentando la posibilidad del ideal bolivariano de una América latina solidaria y sin fronteras raciales, militares, idiomáticas y económicas.
NOTAS
[1] Esta ponencia fue presentada al TERCER CONGRESO INTERNACIONAL CELEHIS DE LITERATURA (Literatura española, latinoamericana y argentina). Mar del Plata, 7, 8 y 9 de abril de 2008.
[1] Las novelas de Patricio Manns son: (2006). Diversos instantes del reino. Editorial Alfaguara, Santiago (Chile). (2004). La vida privada de Emile Dubois. Editorial Alfaguara, Santiago (Chile). (2001). La tumba del zambullidor. Editorial Sudamericana, Santiago (Chile). Premio del Consejo del Libro y la Lectura, 2001. (1999) El desorden en un cuerno de la niebla. Editorial Emecé, Buenos Aires (Argentina). Primera edición (Chile). 2000. (1998). Memorial de la noche. Editorial Sudamericana, Santiago (Chile). (1992). De repente los lugares desaparecen. Editorial LAR, Santiago (Chile), es la última obra escrita antes de la tiranía pinochetista y junto con su cancionero y las actas prohibida, incinerada o arrojada al mar en Chile por la represión que lo obliga a exiliarse en Francia. (1972). Buenas noches los pastores. Ediciones Universitarias de Valparaíso, Valparaíso (Chile). Prefacio de Carlos Droguett. Premios Premio Municipal de novela de la Municipalidad de Santiago, 1973. Reedición (Chile). Editorial Sudamericana, noviembre 2000. (1967). De noche sobre el rastro. Editorial Universitaria, Santiago (Chile). Premios "Alerce" de la Sociedad de Escritores de Chile, 1966.
[2] MANNS, Patricio (1996). El corazón a contraluz. Bs. As. Emecé. Se cita por esta edición.
Primera Edición (Francia): como Cavalieur Seul. Editions Phébus, París (Francia), febrero 1996. Prefacio de Francisco Coloane. Primera Edición (Argentina). Emecé Editores, Buenos Aires (Argentina), octubre 1996. Primera Edición (Santiago, Chile): 5000 ejemplares. 1997. Agotada. Tercera edición (Argentina): 15.000 ejemplares. Emecé Editores, Buenos Aires (Argentina). Agotada.
[3] Las actas son registros narrativos de sucesos históricos chilenos que posteriormente el autor noveliza con otros títulos: (1988). Actas de Muerteputa. Editorial Emisión, Santiago (Chile). Se reescribe como Diversos instantes del reino. (1985). Actas del Alto Bío Bío. Ediciones Michay, Madrid (España). Traducida al ruso por Alejandro Kabanov, Moscú: Ed. "Vokrugsveta", l990; ediciones de 2.800.000 ejemplares. Se prepara una traducción al inglés, en Estados Unidos. Es publicada como novela con el título: Memorial de la noche. (1974).Actas de Marusia. Sirvió de base al film "Actas de Marusia", interpretado por Gian María Volonté, Musica de Mikis Theodorakis, dirigido por Miguel Littin (finalista de "La Palma de Oro", del Festival Cinematográfico de Cannes, en l976, y candidata al "Oscar" del mejor film extranjero, l976). (1993). Primera edición (Chile). Editorial Pluma y Pincel, Santiago (Chile).
[4] Hemos incorporado nociones de: PEIRCE, Charles (1988). El hombre, un signo. Barcelona, Editorial Crítica. Título original: (1965) The Collected Papers of Charles Sanders Peirce. Cambridge, Harvard University Press. PEIRCE, Charles (1974). La ciencia de la semiótica. Buenos Aires, Nueva Visión,. PEIRCE, Charles Sanders (1971). Lecciones sobre el Pragmatismo. Buenos Aires, Editorial Aguilar, PEIRCE, Charles Sanders (l978). Mi alegato en favor del pragmatismo (ensayos de 1839 a 1914). Buenos Aires. Ed. Aguilar. MAGARIÑOS DE MORENTÍN, Juan (1983). El Signo. Las fuentes teóricas de la Semiología. Saussure, Peirce, Morris. Buenos Aires, Hachette.
Ver también.: PARRET, Herman (1993). Semiótica y Pragmática. Buenos Aires, Hachette. PARRET, Herman (1993).. Las pasiones. Puesta en discurso de la subjetividad. Buenos Aires, Hachette. PARRET, Herman (1995). De la Semiótica a la Estética, Argentina, Editorial Edicial S.A.
[5] Drimys Winteri. (que efectivamente existió y se llamó en su lengua Jérawr Asáwer y rebautizaron como Fresia Alessandri Baker, en honor al presidente chileno en la misión saleciana de Tierra del Fuego. Doña Fresia, fue la última indígena ona muerta hace pocos años (tenemos el recorte del diario), a los 95 años. El nombre que le pone Manss, es el científico de la flor del canelo, una magnolia blanca como los cabellos de la protagonista. En los tiempos de Francis Drake, el científico John Winter, presentó al mundo el árbol y la flor. Drimys viene de “picante” por el sabor de la corteza. Se la reconoce como una planta milagrosa ya que combate el escorbuto, cura pulmones, estómago, es una planta que genera paz y los mapuches hasta hoy hacen su principal ceremonia religiosa, Nguillatun, debajo del canelo y con él construyen el kultrún. De allí la importancia que la construcción del personaje adquiere como contrapartida simbólica del guerrero y asesino Poper
[6] Las descripciones de Manns en esta novela me sugieren una semejanza con la pelicula Fata Morgana (1971) del Autor y Director: Werner Herzog. La misma está estructurada en tres partes (creación, paraíso y la era dorada) y rodada en el desierto del Sahara.
[7] Trabajamos con DÄLLENBACH, Lucien (1991). El relato especular, Visor, Colección Literatura y debate crítico - 8, España. En ella define mise en abyme como: Organo por el que la obra se vuelve sobre sí misma, y se manifiesta como modalidad de reflejo. Su propiedad esencial consiste en resaltar la inteligibilidad y la estructura formal de la obra. Trabaja con tres especies de abismamiento que en la novela mannsiana se utilizan. Las distingue como "todo espejo interno en que se refleja el conjunto del relato por reduplicación simple, repetida (reduplicación hasta el infinito) o especiosa (reduplicación apriorística”). (49)
La mise en abyme da lugar a una pluralidad de sentido
[8] Remitimos a ASHE, Geoffrey (1993). El Rey Arturo. Ed. Debate, Madrid que analiza las conveniencias políticas y sociales de contar con un guerrero como el rey Arturo para fortalecer la debilitada talla heroica anglosajona y el proceso que elevó de fantasioso a cuasi histórico este reinado imaginado por el escritor Godofredo de Monmouth. El proceso de la novela de Manns es semejante aunque la heroicidad cambia de raza, de continente y de género.
BIBLIOGRAFÍA
ASHE, Geoffrey (1993). El Rey Arturo. Ed. Debate, Madrid.
DÄLLENBACH, Lucien (1991). El relato especular, Visor, Colección Literatura y debate crítico - 8, España.
MAGARIÑOS DE MORENTÍN, Juan (1983). El Signo. Las fuentes teóricas de la Semiología. Saussure, Peirce, Morris. Buenos Aires, Hachette.
MANSS, Patricio (1985). Actas del Alto Bío Bío. Ediciones Michay, Madrid (España).
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MANSS, Patricio (1972). Buenas noches los pastores. Ediciones Universitarias de Valparaíso, Valparaíso (Chile)
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